HERRAMIENTAS DEL PESCADOR: HILOS DE PESCA

HERRAMIENTAS DEL PESCADOR: HILOS DE PESCA

Senén Paz y  Juan Carlos Piñeiro

INTRODUCCIÓN

Todo pescador estará de acuerdo en qué si hay un componente determinante, factor desencadenante de tantos y tantos disgustos y por supuesto promotor destacado de incontables alegrías, es ese filamento que actúa de transmisor de sensaciones entre dos de los estados de la materia: la serpenteante agua del río y nuestra sólida muñeca.

Alguien dijo, y uno se apunta a la frase, que el hilo es al lance lo que el director a una orquesta. A pesar de ello, no es extraño observar el poco interés que despierta en determinados colectivos de pescadores, que se dan por satisfechos, con la somera explicación del diámetro y resistencia que nos ofrece el etiquetado. Por ello, deseamos colaborar con todos los pescadores y profesionales de la pesca ofreciéndoles una modesta opinión que esperamos resulte de utilidad, poniendo en juego la experiencia tanto como pescadores (les garantizamos que tenemos más de 70 km de diferentes tipos de hilos en la habitación de pesca) como profesionales que viven en y del mundo del plástico. La pesca de río es protagonista pero, por supuesto, la mayoría de las conclusiones son válidas para la modalidad de pesca marina.

La totalidad de los tests se han llevado a cabo en el departamento de I+D de Gairesa (sección de análisis mecánicos). Gairesa está bajo normativa ISO 9001, lo que implica una periódica calibración y verificación de los equipos inmersos en todos los procesos.

Cabe subrayar que este trabajo es el resultado de incontables horas de experimentación y estudio que se inició hace más de 25 años, lo que representan más de 10.000 test, de los cuales las tablas de resultados que se adjuntan recogen más de 4.000. Por todo ello, y de acuerdo con la revisión bibliográfica llevada a cabo, creemos que no existe en el mundo un trabajo tan extenso como este.

Para finalizar este apartado creemos que es importante señalar que en el 2009 se publicó, una primera versión de este estudio, por tanto podemos considerar este trabajo como una revisión aumentada y modificada de acuerdo con la evolución tecnológica y experiencia personal, pero conservando su título original.

LOS REQUERIMIENTOS

Nadie puede resolver un problema si no se plantea, por ello resulta clave establecer un criterio de requerimientos y exigencias a un hilo de pesca. Algunos de los que a continuación se mencionan se nos antojan vitales:

  • Que nos permita pescar. Aparentemente esta sentencia parece una obviedad, pero es claro que por muy buenas cualidades resistentes que tenga, si no nos permite lanzar o depositar el cebo/señuelo en el agua, todo lo demás sobra. Se necesita la libre acción de manejo. Un lance con rizos e irregularidades en la línea produce una intensa sensación de frustración cuando se trata de conseguir un lance de ping-pong (este apartado es el responsable máximo del mencionado stock de hilos).
  • Que tenga un diámetro adecuado a las características del resto del equipo para poder pescar con la máxima suavidad y permita la mejor acción a nuestro cebo o señuelo.
  • Que tenga una resistencia a la tracción adecuada al diámetro, a la pieza perseguida y a las condiciones y características de la masa de agua.
  • Que tenga una resistencia a la abrasión (roce) que nos permita poder pescar en lugares en donde abundan las rocas y piedras (¡qué frecuente!) sin que el hilo se rompa o quede seriamente dañado al primer contacto con estos componentes del lecho acuático, con las anillas de nuestra caña y/o con todo tipo de vegetación que nos rodea.
  • Que tenga una resistencia al corte suficiente para que la posible rotura del aparejo no se produzca por el tijeretazo de la dentadura de un pez, sino por tracción.
  • Que tenga baja memoria. Las características iniciales de pesca deben conservarse lo más posible a lo largo de, al menos, la jornada de pesca.
  • Que tenga una resistencia al nudo (se trata del nudo que une la línea con aparejos, señuelos, anzuelos, no del nudo aleatorio) similar a la resistencia sin nudo.
  • Que la pérdida de propiedades por envejecimiento sean lo suficientemente bajas para que al pescador le pasen desapercibidas. Desgraciadamente esto no se da en la mayoría de los casos. Hay que tener en cuenta que el agua es un agente de envejecimiento químico muy severo (hay hilos que al cabo de una hora en agua pierden el 20-30 % de su resistencia en seco), si le añadimos el envejecimiento mecánico, fatiga, roces, etc., concluimos con que es casi un milagro terminar con el hilo (sobre todo de bajos diámetros) en buenas condiciones al cabo de una jornada.
  • Que los hilos cumplan con las especificaciones del fabricante, cosa que desgraciadamente en muchos casos no es así.
  • Que tenga el color que mejor se adapte al medio. Aunque uno tiene dudas de su influencia en una jornada de pesca (estamos seguros de que el pez ve la silueta del hilo) psíquicamente pescamos mejor si creemos que el pez no lo ve.

LA OFERTA 

Deliberadamente hemos señalado diez requerimientos que nos parecen muy importantes, si bien podrían simplificarse o aumentarse. La razón de tal número es la analogía aritmética con los mandamientos de la Ley de Dios, y que conduce a la misma moraleja: ¡no hay quien los cumpla!

No existe el filamento panacea, por tanto, tendremos que elegir en función de nuestras propias características, estilos y formas de pescar y por supuesto de las exigencias de las aguas y tipos de peces pretendidos. Precisamente el objetivo número uno de este artículo es ayudar al pescador con esta difícil elección.

Para empezar, debemos de definir los materiales que forman nuestros filamentos. Los componentes de los hilos de pesca son polímeros, macromoléculas sintéticas de gran tamaño (por referencia la masa molecular del agua es 18 y un polímero raramente baja de 60.000) obtenidas de la química del petróleo, a través de un complejo proceso de síntesis. Nuestros antepasados utilizaron hilos derivados del cáñamo y por supuesto de la seda, polímeros naturales, aunque sus propiedades, en conjunto, están muy por debajo de los artificiales.

Cuando a principios de la década de los 30 (aunque debido a la segunda guerra mundial no llegó a España hasta bien avanzado los 50) la celebérrima compañía norteamericana DuPont, patenta un polímero con el nombre de nylon que revoluciona el mundo en múltiples sectores (tal vez alguien recuerde las famosísimas medias de “cristal”, un auténtico hito en la moda femenina, basadas en este nuevo polímero). La pesca no se ausenta de la moda y la propia DuPont en 1958 nos obsequia a los pescadores con el maravilloso STREN y se marca un punto de inflexión. Adiós a los nudos, adiós a los diámetros variables, adiós al secado, adiós a las eternas preparaciones … Desde aquella hasta ahora los hilos de pesca, como no podía ser de otra manera, han mejorado considerablemente, si bien alguna de las características iniciales, probablemente, se han perdido.

UN POCO DE QUÍMICA

Como hemos dicho, el nylon es el nombre comercial de un polímero que químicamente se conoce con el nombre de poliamida. Consiste en una cadena formada por un gran número de eslabones (moléculas) y cada uno de ellos está formado por un conjunto de átomos. Cuando el eslabón tiene capacidad para unirse consigo mismo o con otro diferente origina una macromolécula a nivel macroscópico, en nuestro caso es el producto que conocemos Ocurre, a veces, que el polímero se forma con dos eslabones químicamente diferentes. Por analogía se podría poner el ejemplo de una cadena con sólo eslabones de oro y otra con eslabones de plata y oro. El primer caso se llama homopolímero y el segundo copolímero. Como no podría ser de otra manera, hay importantes diferencias en las propiedades. Los copolímeros de nylon son más resistentes a la tracción, mejor relación resistencia/diámetro, mucho más transparentes, mejor resistencia al nudo y permiten fabricarse en diámetros únicos, pero no todo son ventajas como luego veremos.

Pero lo cierto que a los nylons les están saliendo serios competidores y creemos que a este ritmo pasaran, en poco tiempo, a dejar su privilegiada primera posición siendo los fluorocarbonos su principal enemigo.

Los fluorocarbonos están basados en una molécula denominada fluoruro de vinil dieno, que es el eslabón de la cadena de esa gran estructura molecular denominada polifluoruro de vinil dieno (PVDF). Este producto tiene una densidad claramente superior a cualquier tipo de nylon (1.78 frente a 1.15 gramos/ centímetro cúbico), que le permite un rápido hundimiento, algo que debe tenerse en cuenta en función de la modalidad de pesca.

La gran ventaja de este producto sobre el nylon es su extrema resistencia química frente al agua que se traduce en la conservación de sus propiedades a lo largo de las jornadas de pesca sin sorpresas inesperadas. El gran defecto de estos hilos era la extrema rigidez que los inutilizaban para el lance y la presentación de cebos ligeros era poco o nada recomendable. La compañía japonesa Kureha patenta este polímero ya hace más de 50 años, introduciéndolo en el mundo de la pesca con el nombre de Seaguar para sus monofilamentos, aunque nosotros tuvimos noticias de ellos en los 90 y desde luego era como pescar con un cable de acero. Afortunadamente los actuales fluorocarbonos en nada se parecen a aquellos de antaño, incluidas las diferentes versiones del Seaguar.

Por último, están los trenzados que son hilos formados por multifilamentos de estructura opaca que cuando se unen (a través de un proceso de trenzado y/o fusión y estiramiento) forman un hilo continuo que en diámetros de unas pocas centésimas de milímetros alcanzan muy elevadas resistencias a tracción, buena capacidad de lance, baja memoria y clavados muy eficaces. Su resistencia al corte es única (cuando están basados en aramidas, siendo el Kevlar la más conocida), pero la resistencia al nudo y sobre todo a la abrasión es simplemente inaceptable.  

La Tabla 1 resume alguna de las características atendiendo a su morfología (monofilamentos/multifilamentos). Los monofilamentos utilizados son poliamidas, homo o copolímeros y fluorocarbonos (polifluoruro de vinil dieno). Por trenzar se pueden trenzar muchas cosas, por qué no un mechón de pelo, pero generalmente se utilizan poliolefinas (p.e. polipropileno) o unos tipos de específicos de poliamidas (aramidas).

 Tabla 1 hilos de pesca

Tipos de hilos de pesca

CARACTERÍSTICAS QUÍMICAS

PROCESO DE FABRICACIÓN

monofilamentos

Poliamidas

(nylons)

Homopolímeros

Fundido en masa →

Estiramiento→ Enfriamiento→

Bobinado

Copolímeros

Polifluoruros

(fluorocarbonos)

Polifluoruro de vinil dieno

Fundido en masa →

Estiramiento→ Enfriamiento→

Bobinado

multifilamentos

Poliolefinas

Polipropileno

Trenzado de monofilamentos→

bobinado

Poliamidas

Aramidas

TODAVÍA ALGO DE QUÍMICA Y MÁS FÍSICA 

Volviendo a las poliamidas está claro que este mundo es de los copolímeros. En la Tabla 2 se pueden observar cualitativamente algunas características comparativas.

Tabla 2 hilos de pesca

 

Resist. Tracción

Resist. al nudo

Transparencia

Resist. Abrasión

(*)

Limpieza

(Lance/

Presentación)

Relación

Diámetro

/Tracción

Memoria

Homopolímero

xx

xx

x

xxx

xxx

x

xxx

Copolímero

xxx

xxx

xx

xx

xx

xxx

—→ x

 (*) Depende también de otros factores.

 xxx: el mejor

 -: no recomendado     

La mayoría de los pescadores suspiran por hilos de elevada resistencia a tracción (o relación resistencia/diámetro) pero si por el contrario, como a nosotros, esta cualidad no le enciende grandes pasiones, entenderá el porqué del más de medio siglo de existencia de algunos homopolímeros (Trilene XT/XL, Máxima, Stren). Los copolímeros tienen esas grandes cualidades de tracción, más por el proceso físico al que son sometidas que por la propia estructura química. Para producir el monofilamento tenemos que fundir el polímero y presionarlo para obligarlo a salir por la boquilla del diámetro requerido. Es como una churrera, los copolímeros salen aplicándose una presión sobre la masa del churro (relación de extrusión) mucho más elevada que si esta masa fuese de un homopolímero. Las consecuencias son hilos más finos y orientados. La Figura 1 esquematiza la orientación de un hilo en reposo, bajo tensión y vuelta al reposo.

Puede observarse que las cadenas no vuelven a ocupar su sitio primitivo. Esto es el origen de la memoria que en el caso de los copolímeros es mucho más marcada, porque las cadenas han sido muy forzadas en la «churrera». El resultado es un apreciable aumento a la tendencia a formar, bucles, rizos, espiras, etc. La memoria de un polímero es una característica inseparable e inherente a su gran tamaño molecular y morfología, que se manifiesta más o menos en función de su propia estructura y los requerimientos externos. Los hilos más rígidos y gruesos tienen menos memoria o se aprecia menos porque se deforman menos en la acción de pesca. Es obvio que si la fuerza a que sometemos un hilo es lo suficientemente baja para no cambiar la orientación de las cadenas en reposo (Figura 1) el fenómeno no se manifestará, si bien una vez deformados adquieren una memoria casi permanente que los inutiliza totalmente, por ser un fenómeno casi irreversible.

 

QUÍMICA + FÍSICA: CARACTERÍSTICAS

Llegados a este apartado y todavía sin apenas mencionar los fluorocarbonos y los trenzados, nos parece importante revisar la Tabla 3, en donde se ponen de manifiesto las características comparativas, nylons (homo/copolímeros), fluorocarbonos y trenzados. Las tablas comparativas son eso, tablas, que en el mejor de los casos tienen valor relativo entre ellas, lo cual no quiere decir que un determinado producto tenga que seguir las generalidades

Tabla 3 hilos de pesca

 

NYLONS

FLUOROCARBONOS

TRENZADOS

Capacidad de lanzado

xxx

xx

xx

Libertad y presentación señuelo

xxx

x → xx

          –

Resist. Tracción

xx

xxx

xxx

Resist. Tracción/Diametro

xx

xx

xxx

Resistencia a la abrasión

xx → xxx

xx

Resistencia al corte

x

xxx

xxx

Memoria/Reversibilidad

     x/xxx

              xx/x

        xxx/-

Resistencia al nudo

xx

x

          –

Resistencia al agua

x

xxx

xx→ xxx

Visivilidad dentro del agua

x → xx

xxx

     xxx: el mejor                 – : no recomendado                                                                                          

De acuerdo con la tabla adjunta, una conclusión cae en picado: es imposible elegir una línea única para todas las situaciones de pesca. No cabe duda de que los nylons ofrecen mayor versatilidad, pero un pescador no puede renunciar a ninguna de las ventajas que la ciencia y la técnica nos ofrecen. Como consecuencia de la estructura química y el proceso físico al que se someten, las propiedades varían sustancialmente y hay que medirlas. El valor de resistencia que se nos ofrece en el etiquetado de las bobinas, es la resistencia a tracción y es el resultado de la calidad de los eslabones que conforman las cadenas y de cómo se encuentran conformados. Se mide en un dinamómetro que atrapa el hilo entre dos mordazas. El ensayo se inicializa y se mide simultáneamente la resistencia del hilo y la deformación hasta la rotura.

Diferente cuestión es la resistencia a la abrasión. Esta propiedad depende, fundamentalmente, de la energía, rugosidad superficial del hilo, de la cohesión interna de las cadenas, del grado de pulido superficial y como siempre del diámetro. 

Otras propiedades físicas interesantes son la capacidad de lance en seco/mojado, resistencia al nudo, la limpieza (en el lance) y la resistencia al corte. Algunas de ellas pueden ser indirectamente estimadas a través de parámetros conocidos. Una mayor resistencia a la abrasión implica generalmente mayor capacidad de lance para un diámetro dado. Una línea elástica suele añadir buena resistencia al nudo, sin embargo, aumenta la memoria; por esos los fluorocarbonos, y sobre todos los trenzados, son los que tienen menor memoria, pero se penaliza la reversibilidad del proceso (tabla 3). Los hilos “duros”, como los anteriormente citados, proporcionan la mayor resistencia al corte, propiedad que siempre resulta engorrosa y delicada de medir.

Hay que tener precaución con la acción de la luz solar sobre los hilos, pero sin exagerar. Una cosa es dejar, indolentemente, una bobina de hilo expuesta al sol que achicharra nuestro coche y otra muy diferente es ir a pescar en días soleados. Este efecto es despreciable frente al envejecimiento por acción de pesca en su conjunto, agua incluida, claro está.

Por último, unas líneas sobre la visibilidad. Para ser invisible tenemos dos opciones: eres como el medio, o te camuflas con él. Si en un entorno dado un objeto situado en su interior no perturba la trayectoria de la luz con respecto al resto del entorno, será invisible. Esto no le ocurre al nylon que desvía de forma más acentuada un rayo de luz que el agua, por tanto, trazará su silueta a ojos de un observador. Si el observador es un pez, la silueta aparecerá más marcada, porque el índice de refracción del aire es 1, el del agua 1.3 y la de los diferentes nylons por encima del 1.5. La opción que nos queda es la del camaleón, igualar el color del medio. Esto en el mar es relativamente factible por ser un medio cuasi-homogéneo. Un cilindro de aluminio pulido y que sumergimos suspendido a una cierta distancia de la costa y a una profundidad dada, refleja la luz por igual en todas direcciones y se mezcla con el medio, haciéndose invisible. Este fenómeno se llama efecto espejo, y es muy utilizado por muchos peces para hacerse “invisibles” a sus depredadores. Por eso la merluza, sardina, xurel, lubina, salmón y un larguísimo zoológico marino tienen esta característica de “plata pura”. 

El río es un medio muy errático, nada simétrico: diferentes profundidades, piedras de colores, geometrías…. Un fluorocarbono casi cumpliría con la primera condición, tiene gran analogía óptica con el medio, su índice de refracción no está muy lejos al agua (1.4) pero, como hemos dicho, el nylon necesita recurrir a los colores para camuflarse, pero… ¿qué colores? Depende de su orientación con respecto al río o, si se prefiere, de nuestra forma de pescar. Si pescamos puramente perpendicular al lecho, un hilo transparente es la mejor elección. Si preferimos pescar a fondo y paralelo al lecho, sin duda los marrones y amarillos son los predominantes. Si pescamos próximo o en superficie el color a elegir será el del día: azul para días despejados, grises para nublados o verdes si la arboleda así lo dictamina. Si uno no está muy obsesionado con este tema utilice un amarillo/marrón claro, que cumple en un vasto espectro de condiciones. Si optamos por un fluorocarbono el transparente es, en principio, la opción más segura en todas las circunstancias y modalidades de pesca.

 

MATERIALES Y MÉTODOS DE ENSAYO.

Todo el estudio se ha llevado a cabo a lo largo de los años utilizando en la inmensa mayoría de los casos los hilos que pertenecen en nuestro stock, que ha ido en aumento con el tiempo. En esta importante colección se incluyen hilos de diferentes procedencia, diámetros, marcas y composición química.

Como propiedades y características a estudiar se han medido la resistencia a la tracción (la resistencia en kilos que aparece en todas las etiquetas), diámetro y resistencia a la abrasión o desgaste. La tracción se ha medido sin y con nudo (el clásico nudo aleatorio tan típico en acción de pesca que es el peor posible en términos de propiedades ignorando el que hace el pescador cuando monta su aparejo, que da mucho mejor resistencia, pero que son demasiados tipos y originaria un trabajo cuasi-infinito e innecesario. Los valores de resistencia del aparejo siempre estarán comprendidos entre el del nudo aleatorio y el del hilo sin nudo).

Para medir resistencia a tracción se ha utilizado un dinamómetro Lloyd 6000R equipado y controlado con el correspondiente software (foto1) con una velocidad de desplazamiento del carro de 100mm/min.

La abrasión se ha medido con un abrasímetro Taber 5130 (foto 2) equipado con una rueda abrasiva H22 (foto3) que está fabricada con carburo de silicio, siendo la opción más abrasiva de todas las que detalla la normativa y equipa al abrasímetro. Tal y como puede observarse en la foto 3, el hilo a ensayar da la vuelta en la rueda abrasiva estando lastrada con un peso de 200 gramos. Se hace girar la muela hasta que se rompe el hilo y se apuntan en número de vueltas que marca el dial. La resistencia a la abrasión es el número de vueltas que gira la rueda hasta que se rompe el hilo.

Los diámetros se han medido con un micrómetro Mahr 40EX

Los ensayos de tracción y abrasión se han hecho por triplicado y los resultados son un promedio aritmético de los valores obtenidos, salvo que existan variaciones significativas superiores al 15%, en cuyo caso se siguen haciendo tests hasta encajarlas con este criterio. Los equipos han sido calibrados y verificados de acuerdo con las especificaciones del fabricante y siguiendo el protocolo interno de acuerdo con la normativa ISO 9001.

HERRAMIENTAS DEL PESCADOR: HILOS DE PESCA

FOTO 1. Dinamómetro Lloyd 6000R equipado y controlado con el correspondiente software.

HERRAMIENTAS DEL PESCADOR: HILOS DE PESCA

FOTO 2. Abrasímetro Taber 5130.

HERRAMIENTAS DEL PESCADOR: HILOS DE PESCA

FOTO 3. Muela abrasiva

RESULTADOS

Las tablas adjuntas muestran los resultados obtenidos de acuerdo con lo previamente mencionado subrayando los siguientes tópicos:

  • Las tablas están ordenadas por orden creciente de diámetros obtenidos, dentro de la sección “obtenidos”, en donde se encuentran los valores experimentales de diámetros (Diam.) resistencia s/nudo (sin nudo), c/nudo (con nudo) y abrasión (Abras.).
  • Los valores declarados por el fabricante son los que aparecen en el correspondiente etiquetado de las bobinas. Los números de la primera columna indican el año del test y el código interno de laboratorio.
  • Los valores ofrecidos por los distintos fabricantes difieren, en múltiples ocasiones, a los obtenidos por nosotros, a la baja en diámetro y al alza en resistencia.
  • La tabla de datos de “resultados después de inmersión en agua” recoge los valores antes y después de un periodo de 20 días bajo agua y la caída de resistencias de diferentes nylons y fluorocarbonos en donde se observa la inigualable resistencia química frente al agua de estos últimos monofilamentos.
  • Los hilos de procedencia USA (Berkley, Stren, Sufix, Pradco) son más precisos en los datos que ofrecen, que otros de diferentes países. Naturalmente podemos cometer errores sistemáticos, pero no deja de ser curioso que cuando para determinados hilos obtengamos de forma muy frecuente valores inferiores a los declarados y en otros casos todo lo contrario. Se han utilizado hilos bobinados en bobinas de 300 metros (en la mayor parte de los casos), pero también de 3.000 y solo ocasionalmente en 100 metros y de 25 en determinados fluorocarbonos. No es excepcional que existan diferencias en resultados entre diferentes bobinas pertenecientes al mismo hilo, algo a tener en cuenta si las diferencias son significativas, al ser asociables al proceso de fabricación.
  • No existen diferencias importantes en los resultados de resistencia con respecto al diámetro entre nylons y fluorocarbonos. El nudo, no es el punto fuerte de estos monofilamentos que en diámetros finos, salvo excepciones, terminan perdiendo hasta un 50% de resistencia con respecto al valor sin nudo.
  • Los fluorocarbonos presentan, en general, mejor resistencia a la abrasión que los nylons pero muy lejos del imbatible Excalibur, algo excepcional, además de los no menos sorprendentes Iron Silk y del Stren original.
  • Los multifilamentos trenzados tienen las mejores resistencias a tracción en relación al diámetro, pero la resistencia a la abrasión es simplemente deplorable. Aunque el dato es solo semicuantitativo por la dificultad en reproducir una resistencia al corte por la dentadura de un pez en el laboratorio, los fluorocarbonos presentan una resistencia al corte de unas 4-5 veces superior al nylon en diámetros de hasta 0.25 mm y 2-3 veces en diámetros mayores. Vale la pena constatar que en sus comienzos como fabricante de fluorocarbonos, Stren publicitaba este producto como “a prueba de mordisco.
  • Los monofilamentos rara vez superan los 3 kg. de resistencia para diámetros iguales o inferiores a 0.20 mm. Si nos ofrecen valores que superan ampliamente este dato o incluso lo doblan, no lo compren. La química y la física no dan para eso.

EL APAREJO IDEAL

Si el pescador asume que: “El mejor hilo no es el más resistente, es el que mejor se comporta”, estará muy cerca de buscar el aparejo ideal.

El hilo tiene que transmitir nuestra destreza, nuestra capacidad para colocar el cebo/mosca/señuelo en donde nos dicte el sentido del agua y en donde sabemos que nos espera un pez con ganas de satisfacer nuestro buen trabajo, que sea capaz de informarnos lo que ocurre en el agua, que nos haga ver nuestros errores y que cuando nuestro engaño se encuentre en el medio acuático le diga al pez: PICA. Esto sería, a nuestro entender, la base del aparejo ideal y sin duda hay pescadores que cumplen con todos los requisitos, pero traducirlos a un aparejo es otra historia.

Por todo lo anteriormente expuesto, incluidas las tablas de datos y nuestra experiencia en acción de pesca, está claro que un hilo continuo de la misma naturaleza no cumpliría, es el momento de los aparejos híbridos, con siempre el mismo terminal: fluorocarbono. Un trenzado como línea principal puede ser una opción válida para lanzado de un cebo o señuelo en espacios abiertos, de utilidad en pesca marítima y también en lagos y embalses o ríos de tamaño razonable. En pesca de ríos y regatos nos inclinamos claramente por una combinación nylon/fluorocarbono. Si el pescador necesita un hilo de máxima limpieza, suavidad, alta reversibilidad de memoria, facilidad de lance y presentación piense en Trilene XL, como alternativa puede optar por el Stren Original que no exhibe tanta limpieza pero mejora la abrasión con una inmejorable resistencia al nudo y además puede encontrarse en versión de alta visibilidad ( para el pescador) y tampoco podemos olvidar el Maxima que sigue ofreciendo muy buenas cualidades aunque con inferiores prestaciones en relación al diámetro. Partiendo del principio “pescar fino es pescar bien” el pescador debe seleccionar los diámetros en función del río y tamaño de piezas buscadas. Un 0,20 mm como línea principal y un terminal 0.15-0.18 mm cumple bien en la mayoría de las situaciones cuando buscamos truchas (en pesca a mosca en sus diferentes modalidades en donde es muy importante utilizar terminales lo más finos posibles para no bloquear la libertad de movimientos de pequeñas moscas/ninfas, los fluorocarbonos no son una alternativa, son una obligación) y podríamos llegar a un 0.20 mm (terminal) cuando se trata de reos. Aparejos 0.35/0.28-0.30 para salmón, cumplen en la mayoría de las situaciones en los ríos salmoneros de nuestro país. La oferta de fluorocarbonos es bastante amplia. Seaguar etiqueta roja, Steez de Daiwa (nuestra favorita), Maxima y Trabucco que, aunque sin experiencia con él en el río nos ha causado una magnífica impresión (se columpia en un 25% en dato del diámetro). Hemos hecho pruebas también con aparejos integrales de fluorocarbono, con algunas de las marcas citadas que preconizaban elevada capacidad de lance, pero nunca nos han convencido en comparación al nylon. Sin embargo, hay un nuevo producto de Daiwa, el Giga Fron que nos tiene francamente sorprendidos. Se suministra diámetros superiores a 0.22 mm y para aumentar la visibilidad alterna los colores rojo-naranja y amarillo. Las propiedades son magníficas y se lanza francamente bien y con una limpieza que sin llegar a los nylons recomendados es completamente inusual para un fluorocarbono, la parte negativa es que no se consigue más que en Japón y forma parte de una interminable colección de este tipo de hilos fabricados por Daiwa. Y para cerrar este apartado, hay que señalar que algún hilo como por ejemplo el Excalibur no se ha incluido en las propuestas de aparejos a pesar de su excepcional resistencia a la abrasión, que puede superar a un trenzado en un factor superior a 1.000, porque ha sido descatalogado por el fabricante (Pradco) y la única alternativa para adquirirlo sería en el mercado de ocasión. Algo parecido le pasa al Iron Silk de Berkley.

CONCLUSIÓN

Llegados al final, no nos cansaremos de insistir en la fiabilidad y conveniencia de los hilos. Nosotros sugerimos algunos que están basados en los resultados, en la continua experiencia y por supuesto en las preferencias. Alguien dirá, y con razón, que estamos recomendando hilos con más de 50 años de existencia y el progreso no se detiene (aun cuando no han dejado de evolucionar la estructura química básicamente se mantiene) y no alcanzan los valores de resistencia que ofrecen algunos actuales. Lo que ocurre es que sugerimos aparejos híbridos porque al momento ninguno cumple enteramente tal y como reiteradamente se ha dicho. Buscamos lo mejor de cada uno y en fluorocarbonos, lo más reciente, porque han evolucionado mucho en los últimos años y es una parte crucial del aparejo, ofreciéndonos una válida presentación, particularmente en diámetros bajos, y resistencia al envejecimiento, en donde es el as. Como alternativas, se podría utilizar un aparejo integral de nylon, que seguramente sigue siendo el más usado y en tal caso existen innumerables marcas (creemos que todos son copolímeros) y productos con una resistencia a tracción superior, con respecto al diámetro, de lo que estamos recomendando, además de ofrecer hilos mucho más finos, pero aumentar resistencias visibles en la etiqueta es algo que se ha convertido en una carrera sin retorno, sean o no correctos los valores que se muestran, dejando de lado el resto de sus propiedades y características.

Como curiosidad vamos a abordar un tema que, aunque no entra directamente en el objetivo de este artículo, está íntimamente relacionado. En la modalidad de pesca al hilo, en su versión de aparejo integral de monofilamento, se quejan no pocos pescadores del bloqueo al deslizamiento del hilo que produce la elevada humedad y que decir de la lluvia. Esto se debe a que el agua actúa como adhesivo entre dos superficies.: la caña y el hilo. La adhesión entre dos superficies depende, para empezar, de la capacidad que tenga el adhesivo para mojar (entrar en íntimo contacto) ambas superficies, lo que a su vez depende de las energías de superficie de ambos materiales a pegar. El agua tiene una energía de superficie superior al hilo y a la caña, por tanto no “mojará” bien y no será un buen adhesivo para estas superficies, aunque siempre hay las interacciones que nos frustran. El fluorocarbono, tiene una bajísima energía de superficie, muy inferior al nylon, por tanto, es mejor opción como línea principal, aunque la mejor solución es impedir que el agua entre en contacto con el hilo y la caña, de forma simultánea, lo que requiere el uso de unas anillas que los separen, algo que no ofrecen las cañas de mosca pero el anillado para este uso es modificable.

 

Este trabajo está hecho por dos pescadores que absurdamente algún sector de la sociedad ha declarado antagonistas. Nada más lejos de la realidad. Estamos abiertos a aclarar cualquier duda a nuestro alcance independientemente de la persona o pescador que nos lo solicite. No añadamos más presión sobre nuestro sufrido entorno. Pesque y deje pescar a aquellos que “deportivamente” no piensen como usted. El respeto mutuo es el único seguro deportivo de armonía y convivencia. Ello, sin duda, ayudará a conservar lo que nos queda.

SUERTE Y BUENA PESCA

Senén Paz es doctor en Ciencias Físicas y licenciado en Ciencias Físicas, Master en Polímeros, miembro de la ACS (Asociación Americana de Química); Premio Galicia a la Innovación Empresarial (año 2000); Premio “Ignacio Ribas Marqués” a la innovación y divulgación científico-técnica concedido por Colegio Oficial de Químicos de Galicia (año 2003); investigador principal en varios proyectos de I+D; autor de más de cincuenta artículos científicos en ámbito internacional y nacional y múltiples participaciones nacionales e internacionales en congresos y conferencias.

Es pescador de miñoca y defensor acerrimo de esta modalidad, con larga experiencia en pesca de salmónidos tanto a nivel nacional como internacional.

Juan Carlos Piñeiro es auxiliar técnico de laboratorio, Premio Galicia a la Innovación Empresarial (año 2000); Premio “Ignacio Ribas Marqués” a la innovación y divulgación científico-técnica concedido por Colegio Oficial de Químicos de Galicia (año 2003); y responsable de la sección de ensayos mecánicos del departamento de I+D de GAIRESA.

Es pescador “sólo a mosca” y montador de alguna de ellas, que han sido probadas con gran éxito en pesca de salmón en diversas excursiones de pesca al extranjero. 

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen profundamente a GAIRESA todas las facilidades y ayudas recibidas para llevar a cabo los ensayos mecánicos y otros análisis de caracterización físico-química.